“La lucha no es sólo por nuestro hospital, sino para defender a todo el sistema de salud y para que los trabajadores dejemos de ser la variable de ajuste de este gobierno para mantener un plan económico que, encima, les hace agua por todos lados”, sostuvo Víctor Pichihua.
“Esto representa un pequeño alivio, pero la lucha continúa”, destacó el técnico auxiliar en anatomía patológica del Garrahan, Víctor Pichihua, que además es militante político y sindical de la Corriente Nacional Agustín Tosco, después de que la semana pasada Diputados diera luz verde al Proyecto de Emergencia en Pediatría y Residencias, más conocido como Ley Garrahan, que impulsa un paquete de medidas que pueden servir de paliativo a la crisis que atraviesa particularmente el sector de salud vinculado a la atención infantil.
Cabe recordar que, entre sus principales puntos, la iniciativa presenta la declaración de la emergencia pediátrica por dos años en todo el país, una recomposición salarial para personal y residentes que deberá ubicar los haberes, como mínimo, en los niveles reales que tenían durante noviembre de 2023. Y también prevé la anulación del régimen de becas optativas implementado por el Ministerio de Salud, así como el restablecimiento del sistema anterior para las residencias médicas.
En este contexto, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan y ATE prosiguen con su plan de lucha, por lo que está prevista la realización de una medida de fuerza para el viernes 12, convocada para denunciar el recorte presupuestario y el vaciamiento de áreas clave del nosocomio, a la espera de lo que pase en el debate que debe dar el Senado sobre la Ley que ya resultó aprobada en la Cámara Baja, donde sumó más de dos tercios de los votos.
“Todavía no se materializó nada”, advirtió Pichihua y sostuvo que “hay muchas cosas que el gobierno nacional y sus aliados pueden hacer aún para trabar la Ley”, al tiempo que denunció que el vaciamiento avanza vertiginosamente. “Se están deshaciendo de los trabajadores terciarizados en áreas como limpieza y seguridad, lo que sumado a lo miserable de los haberes que recibimos hace que muchos trabajadores opten por irse, por eso estamos sobrepasados de tareas”, remarcó.
Ese panorama no es novedoso. “Esto es el resultado del vaciamiento y de toda una serie de políticas acumuladas por parte de este gobierno, como de la precariedad con la que nos tuvieron durante el gobierno anterior”, denunció y acotó que también es producto de la falta de vocación para defender los derechos de los trabajadores por parte de una burocracia sindical que actúa “dentro del Garrahan pero también en otros hospitales”.
Por eso, insistió, “la lucha no es sólo por el Garrahan, sino para defender a todo el sistema de salud y para que los trabajadores dejemos de ser la variable de ajuste que elige este gobierno para mantener un plan económico que, encima, les hace agua por todos lados”. Y también, tal como va quedando expuesto en los días que corren, “para pagar la corrupción de la que ahora se ve la punta del iceberg que acabamos pagando los laburantes”.
Entonces, queda claro que más allá de la votación del Congreso, hay un saldo positivo en términos de la organización y resistencia que construyeron durante los últimos meses los trabajadores del Garrahan. “Se mantuvo bastante activo el motor de la movilización, incluso en los peores momentos cuando parecía que la lucha iba perdiendo fuerza, se demostró que nunca nos quedamos dormidos y que siempre sostuvimos la lucha junto a los familiares de los chicos que están internados y en tratamiento de quienes recibimos muestras constantes de gratitud”, subrayó Pichihua. Y destacó que “nunca tiramos la toalla y continuamos en estado de alerta porque nada nos asegura que mañana no nos vengan a dar otro palazo”.