Hubo elecciones en Universidad Nacional de San Martín y sobre lo acontecido en ese marco habló el dirigente estudiantil de esa casa de altos estudios, Lucas Alfieri, que resultó electo como presidente del centro.
Se llevaron a cabo elecciones en la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) y tal como lo informa desde el MUI Lucas Alfieri, “se rompió el techo histórico de participación del centro de estudiantes de Humanidades y eso no estaba en los pronósticos de nadie, porque es un contexto histórico donde hay una crisis agudizada de participación política porque el gobierno vino con esa premisa de resolver que la política deje de ser algo de casta y de corrupción y no hace más que reproducirla y encima gobernando para pocos y generando que las condiciones de vida para los que trabajamos y el pueblo en su conjunto sean cada vez peores”.
Asimismo, añadió que “aún así, en ese contexto, hubo 819 votantes que es el techo más alto de participación desde que existe nuestro centro de estudiantes, que tiene 15 años, y que encima en ese contexto hayamos sido los más votados es una enoreme satisfacción ”, ya que “obtuvimos 395 votos presentándonos solos”, algo que “habla de un apoyo de los estudiantes muy grande y muy consolidado, que nos abre también otras posibilidades de conducción y construcción en otros espacios”.
Al referirse al desarrollo de la campaña previa a las elecciones, Alfieri puntualizó que “fue una serie de propuestas que llevamos a cada carrera. Nosotros apuntamos a entender a la militancia universitaria con todas las dimensiones posibles, desde la discusión política a nivel nacional hasta las propuestas que mejoren la situación de cursada” y sostuvo que “tuvimos una línea clara que nos llevó a romper con La Mella, que es la agrupación estudiantil de Patria Grande, a partir de nuestro rechazo a la reforma de los planes de estudios”.
En tal sentido recalcó que “creemos que la reforma así como se plantea, al sólo proponer un acortamiento y plantear un sistema de créditos y a buscar homogeneizarse como en Europa, tuvo como propósito intentar resolver la tasa de egreso y no discutir qué profesionales sacan las universidades”, ya que “genera un esquema de universidad donde la permanencia de los que menos tienen no se termina de problematizar y menos que menos de resolver”.
Por lo tanto, indicó, “la reforma de los planes de estudio que está digitada por los rectores no es un problema solo del gobierno de Milei, al gobierno de Milei le viene bien, pero la digitaron los rectores de la mano de Jaime Perczyk, que fue el último ministro de Educación”. Al tiempo que señaló que la reforma “aparece ahora como algo prioritario a discutirse y hace que haya un cambio de paradigma”.
Por eso destacó que “los rectores que nos llevaron a la lucha política ahora nos llevan a discutir el plan de estudios y frente a eso La Mella y agrupaciones de lo que quedó de lo que alguna vez fue el campo nacional y popular tendieron a tener una posición ambigua y eso fue un parteaguas en la Facultad de Humanidades”, ya que “a dónde avanza la reforma hay recortes y todas las materias de pensamiento abstracto como Metodología de la Investigación, Taller de Tesis, Sociología, Antropología se plantean como optativas, como prescindibles”. Entonces, explica Alfieri, “hay una tendencia a reformas que ubiquen los planes solo en la expectativa laboral y pensando que después eso va a resolver la inserción en el mercado laboral, que es una porquería, ya que hay una precarización laboral que no se resuelve y se pretende acomodar el plan de estudios como la única respuesta a un problema que es mucho más grande”.
Al respecto, profundizó el militante del MUI, “la tasa de egreso universitario no se eleva porque la gente no llega a permanecer en la carrera por la oferta horaria, por la falta de becas, por no tener comedores a precios populares, por un montón de herramientas que la universidad podría dar y que el Estado podría convertir en políticas nacionales”, algo que “claramente no está sucediendo”.
Por ello es que Alfieri hizo hincapié en que “nos quieren conformar con que hay que reformar los planes y eso fue un parteaguas que hace que nosotros a partir de esta discusión y con lo que fue el balance de la toma donde la Mella ubicó una posición muy ambigua y muy ligada a las autoridades universitarias,que querían que el conflicto universitario después de la Ley de Financiamiento vetada en 2024 no tenga una gran radicalidad y que dure poco”.
Así las cosas indicó que “teníamos un frente con muchas fisuras internas y nosotros decidimos abrirnos en parte por esos factores pero también porque desde La Mella no tenían la presencia que se requiere para conducir un centro de estudiantes y nosotros eso lo hicimos valer”.
Además puntualizó que se suman a la convocatoria que anuncia que “si hay veto hay marcha”. Aunque opina que “habría que haberla hecho antes” pero que el cambio de paradigma al que se refería marca una “ clara tendencia a la baja del conflicto, a parlamentizarlo y a especular mucho más”, ya que “el año pasado había una estrategia gremial mucho más honesta que era: vamos a la calle, pegamos primero y después que debata el Parlamento”. Pero lamentó que “ahora hay una estrategia gremial bastante cuestionable, fundamentalmente de los gremios ligados a la CGT, que son FEDUN y FATUN”.
No obstante, aclaró que “no es la misma discusión con la Conaduh” y explicó que “estamos en una universidad donde Conduh no tiene construcción y entonces padecemos mucho esta especulación, esta falta de estrategia de combate real y menos que menos de la problematización de los estudiantes y trabajadores de la Unsam”. Tras lo cual, el presidente electo del Centro de Estudiantes de Humanidades de esta casa de estudios, sostuvo que “son gremios que discuten poco y se alían mucho con el rectorado, que es un rectorado que el año pasado en el conflicto universitario tuvo un rol y ahora está teniendo un rol de mínima menos luchón”. Asimismo, resaltó que “nosotros proyectamos ser parte de la movilización si el gobierno logra seguir discutiéndonos la ley de financiamiento”. Ante lo cual agregó también que en la universidad van a “impulsar todas las medidas de difusión de la situación política, de construcción de comisiones por carrera y la construcción asamblearia”.
En este contexto se pronunció a favor de “poder construir un centro de estudiantes que esté a tono con la situación nacional y que también tenga la capacidad de darle densidad a la discusión universitaria en todas las aristas: en lo gremial, en lo académico, en todos los sentidos”. Y recordó que “hemos logrado sacarle 132 votos a La Mella y eso es muy valioso y hemos configurado una agrupación como es el MUI que sabe conectar desde lo gremial no solo en un sentido corporativo, sino también desde lo político, desde lo ideológico y además hemos captado el voto de muchos compañeros peronistas que no ven una salida en la conciliación frente a problemas tan profundos”.
En esa dirección el MUI supo interpretar que los estudiantes “necesitan respuestas más combativas y nosotros hemos sabido ser esa alternativa” y asumió que ante ese hecho “tenemos una gran responsabilidad porque debemos representar a estudiantes y a sujetos distintos, de diferentes tradiciones políticas, pero entendemos que todos tenemos que confluir en un mismo sentido en la lucha política y la identidad y la tradición ahí tienen que estar en segundo plano”. Al respecto destacó que el “Movimiento Universitario de Izquierda nos ha permitido dar esa lucha de forma más amplia y representar a diferentes tradiciones políticas”.
Para concluir, hizo referencia a que “en eso hay muchos compañeros que nos respaldan pese a no ser comunistas y eso también creo que tiene que ser un mensaje de construcción en las áreas sindicales”. Porque “tener la capacidad de pelear contra el capital en cada lugar trasciende a las identidades”.