Jorge Kreyness advirtió sobre la amenaza que representa el despliegue militar que EE.UU. profundiza ante las costas de Venezuela. “Es un hecho grave que puede traer consecuencias para todos los pueblos”, denunció en una entrevista a la agencia cubana Prensa Latina. Desde Cuba y Argentina crece la solidaridad con Venezuela.
En Santiago de Chile, el secretario general del Partido Comunista de Argentina, Jorge Alberto Kreyness, advirtió acerca de la amenaza que representa para nuestra región el despliegue militar que Estados Unidos está profundizando en el Caribe, principalmente en la zona aledaña al mar territorial de Venezuela que constituye “un hecho grave que puede traer consecuencias para todos los pueblos”.
Tal aseveración fue hecha por el secretario general del PCA a Prensa Latina durante una reciente visita que hizo a Chile para participar en el homenaje que el Partido Comunista trasandino hizo a Guillermo Teillier, en el segundo aniversario de su fallecimiento, pero también para ser parte del acto por los 85 años del periódico El Siglo y entrevistarse con el presidente del PCCh, Lautaro Carmona, y la secretaria general de esa fuerza, Bárbara Figueroa.
Con este telón de fondo, el titular del PCA destacó la lucha que el pueblo argentino libra contra la Presidencia Milei y “sus medidas antipopulares, que tienen un impacto muy negativo”. Mientras que al momento de referirse al caso de corrupción registrado en la Agencia Nacional de Discapacidad, que cobró relevancia internacional y a partir del cual se popularizó la reversión de la Guantanamera cubana con el estribillo “Karina Coimera”, hizo hincapié en que representa cabalmente a “un gobierno que nació de un fraude, que decía que venía a combatir una supuesta casta corrupta, pero resulta que los corruptos más grandes son ellos”.
En este contexto Kreyness también denunció que el presidente Javier Milei “está más que dispuesto a entregar a Estados Unidos una base naval en la provincia de Tierra del Fuego para así controlar el Atlántico Sur, el paso interoceánico y el acceso a la Antártida”. Asimismo, como parte central de la lucha antiimperialista en la región, expresó su admiración “por la enorme resistencia del pueblo cubano frente al bloqueo norteamericano”.
Cuba con Venezuela
Por su parte, desde La Habana se volvió a repudiar la presencia militar que en estos días lleva a cabo Estados Unidos ante las costas de la República Bolivariana de Venezuela. “El gobierno cubano rechaza enérgicamente el actual despliegue de fuerzas militares de Estados Unidos en el Mar Caribe”, señala una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores que añade que “este acto peligroso representa una grave amenaza y una agresiva demostración de fuerza que atenta contra la soberanía y la autodeterminación de los pueblos de América Latina y el Caribe”. Al tiempo que remarca que dicha acción “ignora el compromiso de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños al proclamar a la región como Zona de Paz”.
Del mismo modo, el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano resalta en su declaración que “la imputación estadounidense de asociar al gobierno legítimo de Venezuela y a su presidente Nicolás Maduro Moros con organizaciones criminales de tráfico ilícito de drogas constituye un pretexto absurdo que carece de fundamento”. En relación a esto, agrega que “los gobernantes en Washington desechan irresponsablemente la evaluación de su propia Agencia para el Control de Drogas (DEA) que, en su informe de este año, no menciona al Gobierno de Venezuela entre los autores o facilitadores de operaciones de tráfico de drogas que amenazan el territorio estadounidense”.
De este modo, se puntualiza desde La Habana que EE.UU. “vuelve a las mentiras para justificar la violencia y el despojo. Las utiliza en el renovado despliegue del esquema de dominación anclado en la Doctrina Monroe, clave de su intervencionismo en el continente americano”. Y en tal dirección recuerda que “con falacias similares se han llevado a cabo agresiones despiadadas con costos humanos considerables y prolongados” y que “un ejemplo de décadas recientes fue la farsa sobre la supuesta presencia de armas de destrucción masiva en Iraq, pretexto que sirvió para atacar e invadir a un país soberano, provocar la muerte de cientos de miles de sus ciudadanos y el desplazamiento forzoso de una cifra similar”.
Tras lo que sin dudarlo sostiene que Estados Unidos “es el mayor mercado de estupefacientes en la región y posiblemente en el mundo, según el Informe Global de Drogas de 2025, emitido por la Oficina de la ONU para el control de la droga y el delito. Es un hecho que se conoce bien y la comunidad internacional tiene el deber de denunciarlo. Es allí donde están las mayores redes de estímulo al consumo, garantía de distribución, facilitación del tráfico, cobro y atesoramiento de las cuantiosas sumas de ganancia, y las que lavan el dinero resultante dentro de la propia economía del país con relativa impunidad, sin que haya un esfuerzo serio y efectivo del gobierno para impedirlo”.
Es en ese marco que indica que “las enormes sumas de dinero procedentes del mercado ilegal estadounidense incitan a la creación y operación de redes de tráfico de drogas en América Latina y el Caribe”, puesto que “la vigorosa industria de armas de ese país y sus privilegios descontrolados para la comercialización alimentan el poder letal de las organizaciones criminales de la región”. Con tales argumentos afirma que “la falta de atención y acción contra las causas profundas del fenómeno dentro de Estados Unidos, solo agudizará el impacto regional de este flagelo”.
Finalmente reitera el “firme compromiso de Cuba con la lucha honesta y eficaz contra el tráfico ilícito de drogas, la defensa de la soberanía nacional, y la promoción de la paz y la estabilidad en América Latina y el Caribe”, mientras que denuncia “la utilización de los flujos migratorios irregulares como pretexto para convertir las aguas del mar Caribe en zona de guerra”, ya que “nadie con un mínimo de sentido común y de honestidad concibe que la envergadura de los efectivos, técnica militar, medios navales, incluyendo submarinos nucleares, y potencial de fuego que EE.UU. se ha dispuesto desplegar en esa zona pacífica del mundo sea la manera apropiada para combatir el crimen organizado, el tráfico ilícito de drogas o los flujos irregulares de migración, ni que ese despliegue verdaderamente se proponga los objetivos declarados”.
Acto en Buenos Aires
Con este telón de fondo, hoy jueves a partir de la hora 18 en Techeles Polo Cultural, ubicado en Adolfo Alsina 1475 de Ciudad de Buenos Aires, se va a llevar a cabo un acto convocado en defensa de Venezuela, América Latina y el Caribe como Zona de Paz, tal como lo determinó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en el documento final de la II Cumbre que celebró en La Habana durante los días 28 y 29 de enero de 2014.
“Fuera yanquis de la Patria Grande”, “Venezuela se respeta”, es la convocatoria que hace el Capítulo Argentino de la Internacional Antifascista, bajo la que se hace este acto en el que van a dirigirse a los presentes Alicia Castro, Ariel Elger, Paula Giménez, Amanda Maceira y Rafael Klejzer.
También se sumaron a esta convocatoria Adolfo Pérez Esquivel, Atilio Boron, Teresa Parodi, Tristan Bauer, Cristina Caamaño, Agustin Lecchi, Carlos Aznarez, Stella Calloni, Pedro Pablo Prada, Magda Arias, Fernando Buen Abad, Zaida Chmaruk, Rodolfo Treber, Jorge Kreynes, Paola Gallo, Paula Klachko, Rocco Carbone, Ana Careaga, Tilda Rabi, Jorge Elbaum, Paula Giménez, Laura Bitto, Nestor Kohan, Rogelio de Leonardi, Negro Soares, Claudio Katz, Norman Briski, entre muchos otros dirigentes políticos, intelectuales y personalidades de la cultura comprometidos con la defensa de Venezuela como causa intrínseca a la defensa de la paz y la soberanía en la región.