El presidente francés anunció que en 2026 vuelve el servicio militar, con la pretensión de incorporar a diez mil soldados para el próximo año, cifra que prevé incrementar hasta llegar a cincuenta mil nuevos reclutas para 2035. El Partido Comunista de Francia rechazó la medida y la calificó como “una escalada irresponsable que podría llevar a enfrentarnos a Rusia, algo que traería consecuencias incalculables”.
“Una vez más el presidente de la República se vistió de autoproclamado caudillo e impulsó una política aún más beligerante”, denunció el PCF al señalar que el anuncio del restablecimiento del servicio militar da cuenta de “un cesarismo bélico, al comprometer una escalada que podría ser irreversible y que arriesga deliberadamente la propagación de la guerra por toda Europa”. La propuesta, según argumentó Emmanuel Macron, se inscribe “en un momento en que todos nuestros aliados europeos avanzan frente a una amenaza que pesa sobre todos nosotros” y ante a la cual “Francia no puede permanecer inmóvil”; en una clara alusión a la guerra promovida por la OTAN contra Rusia en Ucrania y el Donbass.
Esta iniciativa del gobierno francés consiste en reabrir el alistamiento para la formación militar a hombres y mujeres de 18 y 19 años. Si bien, en principio, la medida no será de carácter obligatorio, contará con el fuerte impulso de una política de Estado de un país miembro de la OTAN y en el que el ajuste neoliberal que recae sobre la clase trabajadora golpea con especial fuerza a la juventud. No obstante, Macron dejó la puerta abierta a que el parlamento pueda volver a definir la obligatoriedad de esta medida “ante una situación excepcional”. Vale recordar que en Francia el servicio militar dejó de ser obligatorio tras el fin de la Guerra Fría, en 1996. Hoy este país europeo cuenta con unas fuerzas armadas de más de 200 mil soldados y aspira, implementación mediante de esta política, incrementar su actual reserva de 45 mil integrantes a un número 80 mil para 2030.
Al respecto, el PCF explicó que mientras profundiza una política de ajuste sobre el pueblo, con esta medida, Macron “amenaza las finanzas públicas con un gasto adicional de 6.700 millones de euros para los próximos años, al tiempo que se aumentan las chances “para el envío de tropas a Ucrania”. Así las cosas, subrayó que el reciente anuncio representa “una escalada irresponsable que podría llevar a enfrentarnos a Rusia; es decir, a otra potencia nuclear, algo que traería consecuencias incalculables”.
En este sentido, fustigó la postura del mandatario que “está hundiendo así a la nación en lo desconocido, sin que los representantes nacionales hayan tenido la oportunidad de debatir y expresar sus opiniones”, mientras que “opta cínicamente por provocar el miedo para mantener su poder vacilante”. Los comunistas franceses, asimismo, aseguraron que el proyecto de ampliación del servicio militar nacional no va a dar a su país “los medios para recuperar el control de su defensa”.
En este sentido, sostuvieron que “al estar diseñado sobre la base del trabajo voluntario remunerado por debajo del salario mínimo, está claramente dirigido a una juventud precarizada y privada de un futuro real por políticas que desindustrializan constantemente a Francia, agotan los recursos del sistema educativo nacional y desmantelan nuestros servicios públicos”, por lo que lo que el objetivo pasa por “reducir a una parte de nuestra juventud a una mera fuerza auxiliar para una política de guerra abierta”.
Del mismo modo, el PCF fue claro al rechazar la adscripción de Francia a la Alianza del Atlántico Norte. “¿Cómo podemos hablar de defensa nacional cuando el poder ejecutivo está subordinado a la Otan, con todos los estados miembros de la Unión Europea bajo su yugo, y permite el desmantelamiento de nuestras industrias estratégicas?”. En este punto, remarcó que Francia está pagando “el precio de varias décadas de políticas neoliberales y atlantistas”.
El incremento del presupuesto de Defensa en Francia viene avanzando sostenidamente y aspira a llegar a 64.000 millones de euros para 2027, lo que, tomando en cuenta la cifra de 32 mil millones que se destinaban al área en 2017, significaría un aumento del cien por ciento en sólo diez años para, en palabras de Macron, “tener el Ejército más eficaz de Europa en un mundo incierto ”.
Ante esto, el Partido Comunista de Francia puso el acento en que resulta necesario construir “una defensa nacional republicana y popular”, lo que implica “una concepción completamente diferente de la defensa nacional actual, que debe ponerse bajo el control de la nación y de sus representantes”, ya que “nuestra concepción no se basa en la escalada de tensiones, sino en la construcción de una política de paz y seguridad colectiva”. A partir de lo cual, el PCF está proponiedo que se lleve adelante “un gran debate nacional, con la participación de sus funcionarios electos, sus principales actores y sus organizaciones juveniles, sobre la conveniencia de implementar un nuevo tipo de servicio militar”.
Finalmente, planteó que Francia, “fiel a su historia y fortalecida por su estatus de miembro permanente del Consejo de Seguridad, debe tomar iniciativas políticas y diplomáticas en favor de la paz y la seguridad colectiva en Europa, desde el Atlántico hasta los Urales”, que permitan “trabajar por la paz en el continente y por una paz justa y duradera en Ucrania”. Y definió que una “necesaria reforma de la seguridad europea” no puede basarse “en la lógica de bloques impuesta a la UE por Estados Unidos”. Por lo tanto, subrayó que “la retirada inmediata del mando militar integrado de la Otan sería un primer paso hacia la disolución de este brazo armado de Estados Unidos”.